23 de mayo de 2011

ETERNA JUVENTUD.

Es el hombre un ser en continuas transformaciones, tanto de ánimos como en la apariencia, por lo que con el paso de los años, nosotros, seres que nunca o casi nunca nos conformamos con nuestra apariencia, acabamos envejeciendo y aceptando, como dicen muchos, lo que la naturaleza nos dio.

Son los primeros años los más felices, pues estos no traen consigo ningún tipo de preocupaciones, pero al llegar a la adolescencia comienzan los dolores de cabeza. ¿Qué me pongo?¿Cómo me peino? ¿Estoy falco? ¿Estoy gorda? ¿Debo comenzar a hacer ejercicios o nunca más consigo novia? Son algunas de las muchas interrogantes que nos martirizan en esta particular etapa.
Pero curiosamente, si tenemos la autoestima baja, las mismas no nos abandonan por un largo período, es cuando y como surgen las personas con complejos. Si eres una de ellas debes quitarte ese velo que te impide descubrir que tienes muy poco tiempo y que te conviene aprovecharlo al máximo para que en años posteriores no te arrepientas de haberlo perdido.
Llena tu vida de luz y esparcimiento, descubre las pequeñas cosa que están a tu alrededor y que en muchas ocasiones no le prestas la atención debida, ponle un alto a ese abatimiento que se apropia de la cotidianidad de tu existencia y grita al universo que eres capas de darle frente a las dificultades que se te cruzan.
No te conviertas en un ser automático que no acepta transformaciones y que las mismas le intimidan. Si antes no leías porque lo encontrabas aburrido o porque no tenías tiempo suficiente, rompe la rutina, y toma un buen libro entre manos, este te descubrirá un universo desconocido e interesante.
Si anteriormente  te levantabas del mismo lado de la cama, y le decías la misma frase cada mañana a tu pareja, ¿no crees que sea hora de dar un cambio? La costumbre es un parásito que se adapta y transforma al medio en que se desarrolla, por lo que muchas veces no nos percatamos de que está presente hasta que estalla sin remedio atascando el cerebro y causando que la forma común de actuar se transforme en algo monótono y sin sentido.
Por eso  atácala directamente antes de que colisione tu universo. Has todo aquello que desees, sueña libremente y lucha por alcanzar lo soñado. No envidies en otras personas lo que no posees, trabaja en obtener los mejores resultados  para llegar a las metas que te propones.
Toma las riendas de tu existencia para que  la vida con sus avatares no te arrebate los anhelos, que los largos e incómodos caminos no cejen en tu empeño, que de tus ojos no se escape el brillo efervescente de la de la niñez, ni la mirada escrutadora de los años lozanos.
En pocas palabras, no permita que abandone tu alma ese estado del espíritu que llamamos, eterna juventud.
Por: Yanelki Rodríguez y Gustavo Sánchez

No hay comentarios:

Publicar un comentario